miércoles, 12 de diciembre de 2012

UNA POBRE DIETA PERO ENDULZADA CON ALEGRÍA Y JOCOSIDAD, ¡QUÉ MÁS SE PUEDE PEDIR!

Nuestro señor Obispo, a quien nos hemos acostumbrado a verle en los diferentes momentos y circunstancias de nuestra diócesis y, porque no decirlo, de nuestra vida personal, ahora le veremos compartiendo con los hermanos sacerdotes que por su salud deben someterse a rigurosas dietas.

Hoy en la cena nos comento con gran sonrisa en su rostro, muy característico en él, que se unía al grupo de los diabéticos. Haciendo gracia de su estado de salud y entre bromas ha iniciado su estricta dieta como le vemos en la fotografía que nos han hecho llegar los “paparazzi”.

Aprovechamos para alentar a nuestros hermanos enfermos, sacerdotes y laicos, a que compartan la serenidad de Monseñor Gonzalo, pues él, como hemos comentado (tratando de hacer un poco de gracia) ha tomado la circunstancia de su salud con una gran paz y satisfacción, a la vez que emprenderá un continuo esfuerzo por dejar sus alimentos acostumbrados para regirse a una norma alimenticia. 


1 comentario:

  1. Querido Mons. Le saludo con mucho afecto. Animo en su dieta y cuente con mis oraciones. Saludos

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