Nuestra diócesis de
nuevo tiene un intercesor en el cielo. El 12 de noviembre ha descansado en la
paz de Dios el padre Agustín Aspiunza, incansable evangelizador carmelita que dejando
su tierra española vino a ejercer durante largos años su ministerio sacerdotal
como párroco de la parroquia de san Francisco de Asís, Panajachel.
Sus enseñanzas quedaron
grabadas en el corazón de sus fieles, quienes lo recuerdan con nostalgia y
admiración: aquella paciencia y comprensión en la confesión, esa amabilidad en
el trato, las alegres y entretenidas conversaciones con cualquier tipo de
persona para hacerle pasar un momento de paz y alegría, y sobre todo, sus
incansables viajes en motocicleta hacia los pueblos y aldeas que atendía como
parte de su encargo pastoral
En la humildad de fray Agustín creemos que ya ha repetido en la
presencia de Dios la recomendación que ha dado Jesús al finalizar nuestra
jornada de trabajo terrenal: “cuando hayáis hecho todo lo que os fue
mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer” (Lc
17, 10 evangelio de martes 13 de noviembre).
Nuestras oraciones por el
alma del Padre de Panajachel y por la Orden de Carmelitas Descalzos que ha dado un gran regalo para nuestra diócesis de Sololá-Chimaltenango.
Descanse en paz el
padre Agustín.
¡Descanse en paz! ¡Que descanse de sus fatigas, pues sus obras le acompañan!
ResponderEliminarMañana ofreceré la santa misa por él.
Hace tres años pude hablar con él largo y tendido pues estuvo en Baños de Río Tobía en el Festival del Chorizo.
Tiene aquí una sobrina carnal casada en el pueblo.
Pudimos hablar un rato(más bien él), pero ¡lo que pudo contar en tan poco tiempo!.
Saludos apreciado padre Luis!!
ResponderEliminarAl enterarme de esta triste noticia he ofrecido sufragios por el eterno descanso del P. Agustín, con quien compartí muy buenos momentos y amistad durante años ¡Descanse en paz!
ResponderEliminarTenemos la certeza que su obra de amor nunca pasará. Lo llevamos en el corazón y siempre lo recordaremos como el gran ser humano que es, pues aún lo sentimos.
ResponderEliminarHoy 23 de noviembre, he vuelto a celebrar la Santa Misa por él. Fueron los sobrinos los que la pidieron y han asistido sus familiares más cercanos. Al final hemos cantado cla Salve como es costumbre en Baños de Río Tobía. ¡Descanse en paz, P.Agustín!
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