viernes, 27 de noviembre de 2015

Mensaje del Secretariado Episcopal de América Central 2015

El día de hoy se ha concluido en Heredia, Costa Rica, la Asamblea Anual del SEDAC. Este es el mensaje cuyo contenido nos marca los lineamientos para vivir, como Iglesia, el inminente Año de la Misericordia: 

Mensaje de los Obispos del SEDAC durante su Asamblea Anual 2015
SECRETARIADO EPISCOPAL DE AMÉRICA CENTRAL

Mensaje al Pueblo de Dios en Centro América
Los Obispos de Centroamérica nos hemos reunido en Heredia, Costa Rica, del 23 al 27 de noviembre en el marco de la Asamblea Anual del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC). Nos han acompañado el Emmo. Señor Cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston; Mons Octavio Ruiz A., Secretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización; Mons. Juan Espinoza, Secretario General del CELAM, y, como invitado, Mons. Christopher Glancy, Obispo Auxiliar de Belice. Al dirigirnos a ustedes, “les deseamos la gracia y la paz de parte de nuestro Señor Jesucristo…” y les compartimos el gozo de nuestro encuentro eclesial, al mismo tiempo que las preocupaciones y proyectos pastorales que hemos puesto en común. Fue un momento de gran alegría celebrar, en unión con los representantes de la religión judía, los 50 años del decreto conciliar Nostra Aetate.

1. El Año Jubilar de la Misericordia ha constituido el marco central de nuestra asamblea. En las vísperas del año santo de la Misericordia, a inaugurarse el 8 de diciembre próximo, cuando se cumplan 50 años de la clausura del Concilio Vaticano II, el acontecimiento eclesial más importante del siglo 20. Hemos sido informados ampliamente sobre esta providencial iniciativa del Papa y hemos intercambiado ideas sobre cómo vivir el jubileo. Este año santo es una puerta de la misericordia a través de la cual cualquiera podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza. Su lema, “Misericordiosos como el Padre”, es al mismo tiempo exigente y apasionante. Estamos invitados a organizar peregrinaciones para expresar la voluntad de encontrarnos con Jesucristo, la Puerta que nos lleva al Padre. Nos comprometemos a ser nosotros los primeros peregrinos que atravesarán la Puerta Santa que es el mismo Jesucristo. En las catedrales de las diócesis y otros lugares tendremos la oportunidad de ser renovados profundamente por la misericordia del Padre que nunca se cansa de perdonar.

2. El Papa ha escrito bellísimas reflexiones en la bula convocatoria “El rostro de la Misericordia”, que les invitamos a reflexionar atentamente. Será necesario, también, que los sacerdotes se preparen con sumo cuidado a ser instrumentos de la misericordia divina sobre todo en el sacramento de la reconciliación o confesión y acojamos la iniciativa del Papa Francisco de enviar misioneros de la misericordia. Seamos misericordiosos como el Padre, que tiene una opción preferencial por los pecadores, y que el año santo de la Misericordia nos lleve a tomar en serio las obras de misericordia espirituales y corporales, ya que sólo de esta manera la Iglesia de Jesús tendrá credibilidad.

3. Hemos compartido también las alegrías y preocupaciones de la realidad de nuestros pueblos en Centroamérica marcada por un esperanzador nuevo momento político y social en Guatemala y en general por un aumento de la conciencia social y política en todos los países, a la par de los problemas de la violencia, la corrupción y la inequidad social y económica, que no son nuevos. Nos hemos alegrado de ver los compromisos en los diversos países a favor de la salud, los derechos humanos y la educación llevados a cabo por obras de la Iglesia. Nos ha preocupado la situación de los migrantes cubanos en espera de poder continuar su camino hacia estados unidos y ahora estacionados en Costa Rica. Hemos escuchado también datos de la realidad de la Iglesia en Belice.

4. En solidaridad con nuestros hermanos Obispos de Costa Rica, enviamos una carta a la reunión de Cancilleres de la región, invitando a solucionar la problemática de los migrantes cubanos a través del diálogo y la sensibilidad ante la difícil situación de los mismos. Sabemos que la migración es una realidad dolorosa en nuestra región, con efectos negativos de cara a la dignidad y respeto a las personas, las que, en su camino, se ven expuestas a las redes criminales que abusan y se aprovechan de ellas. Reconocemos el esfuerzo de la Iglesia costarricense al prestar sus locales como albergues y atender a los migrantes. Oramos para que la situación se solucione por la vía diplomática del diálogo y la paz, conscientes de que el problema no es solamente costarricense sino regional y, por lo tanto, pide una solución regional. Hemos escuchado la palabra del Papa en Kenia: “violencia, conflictos y terrorismo nacen de la pobreza y la frustración” (25/XI/2015).

5. Hemos reflexionado sobre temas de nuestra Iglesia, como es el de la prevención y atención a los casos de “abusos sexuales de menores” por parte de clérigos, que requieren nuestro compromiso y que se ve reflejado en los Protocolos que ya existen en las distintas Conferencias Episcopales en orden a atender la situación. Debemos ser ser una Iglesia evangelizadora y sanadora, que acoja y opte por los pobres, los pequeños y los más débiles, animados por el magisterio y el ejemplo del Papa Francisco.

6. Hemos hecho memoria del Sínodo sobre “la vocación y la misión de la familia en el la Iglesia y en el mundo”, convocado por el Papa Francisco y celebrado en el mes de octubre pasado. Este Sínodo ha sido un momento importante para la Iglesia Universal. Ha ofrecido a los Obispos del mundo la oportunidad de reunirse con el Papa, para rezar, reflexionar y discernir sobre las situaciones difíciles, los anhelos y las esperanzas de las familias a la luz del Plan de Dios, ya que, en palabras del Papa, “La familia es el sueño de Dios para su creación”. El sínodo nos ha invitado a los pastores a una escucha permanente de la familia en las situaciones concretas y en los contextos culturales, en la formación, acompañamiento y discernimiento en la pastoral familiar.

7. En el contexto del Año Jubilar, nos sentimos animados por la presentación del tema sobre la nueva evangelización, a la que nos invita el Pontificio Consejo en sintonía con la voluntad del Papa de ser una iglesia en salida, como lo ha recogido el CELAM en su nuevo plan global.

8. Al final del año de la vida consagrada, reconocemos la misión de la vida consagrada y animamos su trabajo generoso y comprometido con los más pequeños en nuestras Iglesias particulares.
9. Consideramos muy importante la atención a los jóvenes que se preparan para la celebración del encuentro mundial de la Juventud en el 2016.

Ponemos en manos de nuestra Señora de los Ángeles y del Beato Mártir Arnulfo Romero el compromiso evangelizador de la iglesia que peregrina en Centroamérica.

Mons. José Domingo Ulloa
Presidente del SEDAC

Mons. Pablo Varela Server
Secretario General del SEDAC

 







viernes, 13 de noviembre de 2015

FALLECIMIENTO DE LA HERMANA MARIA MATILDE CUTZAL, TRINITARIA


Se trata de una joven religiosa contemplativa que se santificó durante 17 años en la comunidad Trinitaria, monasterio ubicado en San Juan del Obispo, Antigua Guatemala, originaria de Comalapa. Falleció el pasado domingo 08 de noviembre a las 21:50 horas. Nos unimos al dolor de su querida familia pero con la esperanza de que ahora se encuentra en el cielo. Dios la probó en los últimos siete meses con una enfermedad incurable. Colocamos una preciosa carta escrita por la superiora de la comunidad como un testimonio maravilloso de lo que fue la vida de esta joven religiosa. Descanse en paz Hna. María Matilde Cutzal Cúmez.

Los restos de la Hna dentro del féretro.