"Fue en la madrugada del 20 de julio de 1997, con la paz, serenidad y alegría que caracterizó toda su vida. Aún tuvo tiempo para decirle al sacerdote que le administró la Santa Unción y el Viático, y que cumplía años en ese día: 'Me voy a celebrar su cumpleaños en el cielo'. En el azul limpio de esa madrugada, resonaban las palabras del salmo con que tituló su última carta: "¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la Casa del Señor!". Y las lágrimas de los suyos se confundieron con el salmo, asociado para siempre a esos inolvidables momentos". (Texto tomado de la revista AMIGOS, agosto-septiembre 2012/No. 02, pg. 15)
Con los recuerdos guardados en la memoria de tan emotivo funeral, pedimos a nuestro Buen Dios en este día, luego de pasar 21 años, que Mons. Eduardo Fuentes, esté gozando de la Vida Eterna.
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