jueves, 10 de diciembre de 2015

INAUGURACIÓN DEL AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA EN NUESTRA DIÓCESIS

El presbiterio en pleno junto a Mons. Gonzalo y con la presencia de un considerado numero de feligreses reunidos en la Iglesia Concatedral de Santa Ana, Chimaltenango, hemos inaugurado este Año Santo de la Misericordia convocado por nuestro Papa Francisco. Como Diócesis nos unimos al deseo de vivir este año considerando el Gran Amor que Dios Padre tiene para cada uno de nosotros. Pedimos para que en todo el mundo, viviendo en la Iglesia este Año Santo, aprendamos a vivir el perdón en nuestras realidades humanas. 







¿QUE SIGNIFICA ESTE AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA?
Así lo explicó el dia de ayer Nuestro Papa Francisco:

"Queridos hermanos y hermanas:

Ayer abrí aquí, en la Basílica de San Pedro, la Puerta Santa del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. ¿Qué significa este Año Santo? Celebrar un Jubileo de la Misericordia significa poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades el contenido esencial del Evangelio: Jesucristo. Él es la Misericordia hecha carne, que hace visible para nosotros el gran Amor de Dios. Se trata pues de una ocasión única para experimentar en nuestra vida el perdón de Dios, su presencia y su cercanía, especialmente en los momentos de mayor necesidad. Además, significa aprender que el perdón y la misericordia es lo que más desea Dios, y lo que más necesita el mundo, sobre todo en un momento como el actual en el que se perdona tan poco, en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia. Pero, frente a tantas necesidades en el mundo, ¿es suficiente con contemplar la misericordia de Dios? Ciertamente, hay mucho que hacer. Pero, hay que tener en cuenta que la raíz de la falta de misericordia está en el amor propio, que se reviste bajo el manto de la búsqueda del propio interés, de los placeres, los honores y las riquezas. También en la vida de los cristianos está presente bajo el aspecto de la hipocresía y de la mundanidad. Por eso, todos, necesitamos reconocer que somos pecadores, para que se fortalezca en nosotros la certeza de la misericordia de Dios."

No hay comentarios:

Publicar un comentario