jueves, 8 de noviembre de 2012

EL TERREMOTO EN GUATEMALA DEBE FORTALECER MÁS NUESTRA FE Y CONCRETIZARLA EN OBRAS DE CARIDAD

El día de ayer, miércoles, nuestro país ha vuelto a travesar momentos de dolor con el terremoto que sacudió fuertemente nuestro territorio, la parte más afectada esta vez fue el occidente entre los departamentos registrados están: San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán y Sololá, aunque el que más pérdidas ha tenido es San Marcos.

Según la prensa libre de hoy “al menos 50 personas muertas, 21 desaparecidas, 150 heridas y más de 17 mil afectadas es el saldo preliminar del terremoto que ayer, a las 10.35 horas, sacudió nuestro país y generó la movilización de equipos especiales en rescate hacia San Marcos, Quetzaltenango, Sololá y Totonicapán”.

El presidente Otto Pérez Molina declaró tres días de duelo nacional y alerta roja institucional, desde la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), para atender la emergencia en tres fases. Comienza con la búsqueda, rescate y asistencia a las personas afectadas, seguida del recuento de daños y finalmente la fase de reconstrucción.




Esta desgracia no nos deja indiferentes y nos unimos todos nuestros hermanos en la oración y apoyo por su bienestar. Nuestra fe nos exige auxiliar al necesitado, hagamos, pues, vida la fe que profesamos: “Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante El” (1 Jn 3, 18). “En esto hemos conocido lo que es amor: en que Él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Y si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra el corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?” (1 Jn 3, 16).

2 comentarios:

  1. Sigo con interés las noticias y espero que todos los conocidos estén bien. Rezo por los fallecidos y mi solidaridad con todos los afectados. Cuenten con mi cercanía y afecto.

    ResponderEliminar
  2. En nuestra diócesis nos encontramos bien, aunque algunos de nuestros templos han sufrido una pequeña rajadura. Gracias por sus oraciones P. Angel.

    ResponderEliminar