Con profundo pesar la Diócesis de Sololá-Chimaltenango comparte la triste noticia del fallecimiento del Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, ocurrida esta mañana en la Ciudad de Guatemala.
Los sacerdotes recordamos con profundo agradecimiento el retiro que nos predicó cuando nos encontrábamos en sede vacante en 1998. Fue en Karmel Juyú durante la semana de pascua. Entre los muchos consejos que entonces nos dio, recordamos especialmente aquel de repasar una vez a año el Directorio para la Vida y Ministerio de los Presbíteros y el OGMR (Orden General del Misal Romano). De esta manera nos enseñaba Mons. Quezada a amar lo fundamental en nuestro ministerio sacerdotal.
Murió en el Sanatorio "Hermano Pedro". Es de recordar la profunda devoción que le tenía al "Santo Hermano Pedro", cuyo proceso de canonización impulsó, teniendo la alegría de contar en el país con la presencia del Beato Juan Pablo II para la canonización de este querido santo suyo, el 30 de junio de 2002.
Fue en esta diócesis donde Mons. Quezada recibió el título que más satisfacción le dio en su vida. Cuando en los difíciles años en los que dirigió la Comisión por la Paz, se encontró en momentos de especial dificultad, vino a Santa Catarina Palopó a descansar unos días. Y precisamente en la playa, a la par de un muelle, un catarineco le reconoce: "Usted es el padre de la paz". Aquel reconocimiento de este buen catarineco supuso para Mons. Quezada un fuerte impulso a seguir trabajando por la añorada paz en Guatemala.
Que el Señor premio a este siervo bueno y fiel y le haga gozar para siempre de su gloria.
Una oración por su eterno descanso y un agradecimiento sincero por su cercanía, comprensión y aliento, también en momentos difíciles ¡Descanse en paz!
ResponderEliminarUna oración por su eterno descanso y mi agradecimiento sincero por su cercanía, comprensión y aliento en tiempos difíciles ¡Descanse en paz!
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