MONS. GONZALO HERRERA CARDONA

Mons. Gonzalo Herrera Cardona nació en San martín Jilotepeque el 14 de abril de 1919. Se ordenó sacerdote con 26 años, el 4 de noviembre de 1945. Se ha marchado a la Casa del Padre el viernes 22 de junio pasado. Durante 67 años impersonó a Cristo en todos los caminos por los que anduvo. Es admirable que en todos los sitios donde ejerció el ministerio sacerdotal, se le recuerda como un sacerdote cien por cien, es decir, ocupado totalmente de las cosas del Señor y de sus hermanos. En tantos años de ministerio nunca vio obstáculos, sino oportunidades de evangelizar. Y lo hacía con una convicción muy grande, con determinación de voluntad, no exenta de caridad.

La Diócesis ha perdido a su Patriarca, pero al mismo tiempo ha ganado un intercesor. Desde el Cielo pide por nosotros y nos dice a cada uno al oído: ¡vale la pena, vale la pena!

¡DESCANSE EN PAZ P. GONZALO!

VII ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL

Con renovado entusiasmo nos encontramos en la VII Asamblea de Pastoral. Hoy por la tarde concluiremos los trabajos que relanzarán las metas diocesanas hasta el 2013.

Para ofrecer a nuestros lectores una idea de lo que estamos viviendo, aquí van algunas fotografías que ilustran estos días de convivencia y trabajo.



FALLECIMIENTO DEL CARDENAL QUEZADA TORUÑO

Con profundo pesar la Diócesis de Sololá-Chimaltenango comparte la triste noticia del fallecimiento del Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, ocurrida esta mañana en la Ciudad de Guatemala.

Los sacerdotes recordamos con profundo agradecimiento el retiro que nos predicó cuando nos encontrábamos en sede vacante en 1998. Fue en Karmel Juyú durante la semana de pascua. Entre los muchos consejos que entonces nos dio, recordamos especialmente aquel de repasar una vez a año el Directorio para la Vida y Ministerio de los Presbíteros y el OGMR (Orden General del Misal Romano). De esta manera nos enseñaba Mons. Quezada a amar lo fundamental en nuestro ministerio sacerdotal.

Murió en el Sanatorio "Hermano Pedro". Es de recordar la profunda devoción que le tenía al "Santo Hermano Pedro", cuyo proceso de canonización impulsó, teniendo la alegría de contar en el país con la presencia del Beato Juan Pablo II para la canonización de este querido santo suyo, el 30 de junio de 2002.

Fue en esta diócesis donde Mons. Quezada recibió el título que más satisfacción le dio en su vida. Cuando en los difíciles años en los que dirigió la Comisión por la Paz, se encontró en momentos de especial dificultad, vino a Santa Catarina Palopó a descansar unos días. Y precisamente en la playa, a la par de un muelle, un catarineco le reconoce: "Usted es el padre de la paz". Aquel reconocimiento de este buen catarineco supuso para Mons. Quezada un fuerte impulso a seguir trabajando por la añorada paz en Guatemala.

Que el Señor premio a este siervo bueno y fiel y le haga gozar para siempre de su gloria.