miércoles, 26 de noviembre de 2014

Desde Roma nos escribe el P. Lee Adler Perén

De todos es sabido que el P. Lee padece, desde hace varios meses, una difícil enfermedad.

Nos ha escrito una carta y la compartimos con todos ustedes, para agradecer sus oraciones y al mismo tiempo para pedirles que sigan orando por él.


Quisiera agradecer en primer lugar a Dios, a nuestro obispo Mons. Gonzalo, a todos ustedes hermanos sacerdotes, a tantísimos fieles de las parroquias, a tantas amigos, familias, niños, jóvenes,  personas mayores, por las misas,  por sus oraciones, plegarias, cercanía y cariño a largo de estos meses en que me he encontrado enfermo.
Desde el momento en que me detectaron la enfermedad en Guatemala pude sentir la presencia de todos. Como es sabido el tratamiento lo he comenzado aquí en Roma a principios de octubre. Han sido casi dos meses de terapia intensiva para controlar la enfermedad, con días en que me encontraba mejor, otros con altibajos, otros de reposo absoluto, incluso con alguna complicación, todo esto como una primera parte del tratamiento. Cada día me sentí acompañado de la presencia del Señor y de su Madre, y también, puedo decir, de cada uno de ustedes. Gracias a todos de verdad.
El lunes pasado luego de permanecer casi dos meses en el hospital, pude salir para iniciar un tiempo de recuperación. La “primera batalla” ha sido superada con la ayuda de Dios y de la oración de todos ustedes, pero aún no ha terminado totalmente, continúa. La previsión de los médicos es buena pero hay que ir con calma y paciencia porque el tratamiento es largo. Por ahora, mientras me recupero físicamente, esperaré hasta que los médicos indiquen cuándo comenzará la siguiente fase. Por eso, quisiera pedirles a todos que sigan encomendándome, que sigan teniéndome presente en sus oraciones. Yo, desde aquí, pido por ustedes, por sus intenciones, ofreciendo las molestias e inconvenientes y con mi oración. Ténganlo por seguro, el Señor nunca nos abandona, Él siempre está en todo momento, sobre todo cuando hay oscuridad. Llega para confortar.
Desde Roma, un abrazo y mis oraciones.
P. Lee

viernes, 21 de noviembre de 2014

Descanse en Paz

El día de ayer, fue llamada a la presencia del Señor Doña Isabela Adela Guarchiaj Ajtzalam, mamá del P Raymundo Tambriz.
Nos unimos en oración por su eterno descanso, asimismo, pedimos la fortaleza para la familia por tan irreparable pérdida.
La misa exequial será el sábado 22 de noviembre a las 9:00 horas, en la Parroquia de Nahualá.


 “Yo soy la resurrección y la vida.
El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá;
y todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá”

(Jn 11, 25-26)


lunes, 10 de noviembre de 2014

La Misión continúa


Tras el COMGUA IV, hoy han sido enviados 05 seminaristas a la misión. Tras concluir sus estudios en el Seminario, nuestros hermanos seminaristas fueron destinados a:
1.       Policarpio Atz, a la Parroquia de San Martin de Tours, San Martín Jilotepeque.
2.      Juan Guerra., a la Parroquia de San Andrés Apóstol, Itzapa
3.      Diego Mendoza, a la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría Nahualá
4.      Santiago Tzep, a la Parroquia de San Francisco Javier y Santa Teresa del Niño Jesús, Boca Costa
5.      Antonio Tacaxoy, al Seminario Menor San José.


Les deseamos a ellos abundantes gracias en su ministerio que comienza y encomendamos al Nuestra Señora de los Dolores que les acompañe en todo momento.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Oración del IV Congreso Misionero Guatemalteco COMGUA IV’


Jesús, fijos los ojos en Ti, comenzamos este camino de fe, esperanza y amor hacia nuestro Cuarto Congreso Misionero.
Señor, Tú eres nuestra inspiración, 
Tú nos irradias la alegría de ser discípulos y misioneros tuyos.
Enséñanos a ser como Tú, que eras noble, amable y ejemplar.
Que ibas sembrando amistad en todos 
y vivías la armonía entre vida y doctrina.
Ayúdanos a vivir y confesar nuestra fe en Ti.
Que nuestra relación con el Padre sea tan cercana como la tuya, 
y Él nos dé sabiduría y aliento para predicar su Reino 
a los hombres y mujeres de hoy que tanto lo necesitan.
Señor, ahora que nos sentimos enviados tuyos a esta hermosa y difícil misión, haz que aprendamos de Ti 
en las cosas grandes y pequeñas.
Que aprendamos Tu modo de comer y de beber, 
cómo te portabas cuando sentías hambre y sed, o cuando sentías cansancio tras las caminatas apostólicas.
Haz que aprendamos de Ti tu trato con los enfermos, con los pobres, con los hombres, con las mujeres, cómo mirabas a los jóvenes y cómo tratabas a los niños.
En tus manos ponemos nuestros trabajos y esperanzas de este Cuarto Congreso Misionero.
Danos la gracia que renueve nuestra vida 
para proceder conforme a tu Espíritu, y comencemos a realizar el Reino en Guatemala que Tú has soñado para nosotros.
Permítenos ser misioneros y humildes 
colaboradores tuyos en la obra de la Redención.
Pedimos a María, tu Madre Santísima, 
Reina de nuestra querida Guatemala, 
quien tanto contribuyó a plasmar y formar Tu modo de ser, 
que forme también en nosotros 
nuevos hijos e hijas de Dios y de la Iglesia, 
y que nuestra misión sea para tu mayor gloria y alabanza.
Amén!


BIENVENIDOS AL COMGUA IV!!!

La Diócesis de Sololá Chimaltenango da la más cordial bienvenida a todos los congresistas, que HOY vienen como peregrinos a nuestra Diócesis, concretamente al municipio de Chimaltenango y vecinos, para participar en el IV Congreso Misionero Guatemalteco. Deseamos que su estancia en esta tierra bendita por Dios, sea de bendición y llenos de espíritu Misionero salgamos todos a las periferia, llevando la alegría del Evangelio.

La Diócesis entera, Obispo, sacerdotes, religiosos  y laicos encaminan sus pasos estos días a la sede, para unirse a los trabajos de anfitriones que somos.

Encomendamos toda esta actividad, de un modo especial a los organizadores y todo el equipo logístico que trabaja duro para que este Congreso logre sus frutos.
Ánimo Congresistas
Ánimo Equipo del COMGUA IV

Ánimo Diócesis de Sololá Chimaltenango









Gracias!


“Yo soy la resurrección y la vida.
El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá;
y todo el que esté vivo y cree en mí, jamás morirá”
(Jn 11, 25-26)

Como administrador del blog, agradezco por este medio las muestras de afecto, solidaridad y condolencias presentadas a la  Familia Poz Cuc, por la muerte de mi padre Vicente Poz Iboy (+02-11-2014).
Sobre todo agradecemos sus oraciones por el alma de mi padre y por las que se elevaron para pedir nuestra fortaleza, Dios las ha escuchado y nos ha mantenido con esperanza firme, sabiendo que “la vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión en el cielo” (Pref.)